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Alzar la Voz: Un Acto de Autocuidado para las Mujeres 

Experiencia

Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer nos invita a reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún enfrentamos. En este camino de lucha por la igualdad, hay un aspecto que a menudo queda relegado: la Salud Mental de las mujeres. Alzar la voz no solo es un acto de resistencia, sino también una herramienta fundamental para el bienestar emocional y psicológico. 

Históricamente, a las mujeres se nos ha enseñado a callar, a soportar injusticias y a minimizar nuestras propias experiencias. El miedo, la culpa y la presión social han silenciado a muchas, perpetuando ciclos de violencia, desigualdad y discriminación. Sin embargo, guardar silencio tiene un costo: ansiedad, depresión, estrés postraumático y otras afectaciones que deterioran nuestra calidad de vida, sobre todo de las mujeres, quienes sufren mayor incidencia en trastornos de Salud Mental. Según datos del Termómetro de la Salud Mental, en abril de 2023, el 34,6% de las mujeres presentaba síntomas de ansiedad, en contraste con el 14% de los hombres. 

El acto de hablar no solo libera la carga emocional, sino que también permite visibilizar problemáticas estructurales como la violencia de género, el acoso laboral y la desigualdad en el acceso a oportunidades. Romper el silencio es una forma de sanar y de construir un camino hacia sociedades más justas. 

Un pilar del bienestar 

La Salud Mental no es solo un tema individual; está profundamente ligada a nuestras condiciones de vida y a nuestros derechos. La falta de acceso a la educación, a trabajos dignos, a servicios de salud de calidad y a entornos seguros impacta directamente en el bienestar psicológico de las mujeres. La lucha por la equidad de género es, en consecuencia, una lucha por nuestra Salud Mental. 

Cuando alzamos la voz para exigir justicia, para pedir ayuda o para compartir nuestras historias, estamos dando un paso hacia la sanación personal y colectiva. Nos fortalecemos unas a otras y enviamos un mensaje claro: merecemos vivir sin miedo, con dignidad y con la certeza de que nuestras voces importan. 

Redes de apoyo: Un refugio necesario 

No estamos solas. En la construcción de una Salud Mental sólida, el apoyo de otras mujeres y de la comunidad es fundamental. Contar con espacios seguros donde podamos hablar sin temor al juicio o la revictimización nos permite procesar nuestras experiencias y encontrar soluciones colectivas. Las redes de apoyo no solo brindan contención emocional, sino que también nos dan herramientas para enfrentar situaciones adversas. La sororidad, entendida como el apoyo mutuo entre mujeres, es una estrategia poderosa para resistir y sanar. 

Alzar la voz es Salud Mental 

Hablar es un derecho y también una necesidad. No debemos sentir culpa por exigir respeto, justicia y bienestar. En este Día de la Mujer, recordemos que la Salud Mental es un pilar fundamental en la lucha por la equidad. Alzar la voz es un acto de amor propio, de resistencia y de transformación. Que nunca más las mujeres sientan que tienen que callar. ¡Sigamos hablando y construyendo un mundo en el que todas podamos vivir con bienestar y plenitud y Salud Mental! 

¡Conversar de Salud Mental puede salvar vidas, y en este 8M invitamos a todas las mujeres a alzar la voz por su Bienestar!